Normalmente, los cachorros de Mastín del Pirineo son animales sanos y vigorosos. Sin embargo, debido a su gran tamaño y rápido crecimiento, necesitan unos cuidados básicos, sencillos pero importantes.    

                                                    

    Lo ideal es que el perro sepa desde el principio cual es su “sitio”. Puede ser un rincón especial, seco y resguardado, o una caseta, preferiblemente orientada hacia el sur o el este, con un piso de madera desmontable, separado del  suelo unos 10 cm.  

    Los Mastines del Pirineo crecen deprisa pero maduran tarde. No se impaciente si hasta los dos años su enorme amigo se comporta como un cachorrote inmenso.    

    Acostúmbrelo desde el principio a ser limpio, a saber cual es su lugar en la jerarquía de la familia, a ir a la correa sin dar tirones, a no pedir comida cuando Vd. come, etc.... enséñele, en suma, a comportarse. Y empiece a hacerlo cuanto antes. Un perro educado es una fuente de satisfacciones. Lo contrario no le traerá más que problemas. Y educar a un perro no es difícil. Por lo general basta un libro básico de comportamiento canino y, eso sí, un poco de sentido común. En lo que concierne a su salud, desoiga los consejos de los habituales espontáneos y confíe en su veterinario, que es quien debe asesorarle sob re los más conveniente para su compañero de cuatro patas.

Cachorrita de la Tajadera del Tío Roy

  Piense que, además de su belleza y de su imponente aspecto, la razón por la que el Mastín del Pirineo esté ganando adeptos año a año en todo el mundo es por su inigualable carácter,  que roba el corazón de  quienes traban contacto con él, como nos lo robó también a nosotros hace ya muchos años.